Hay una estrecha relación entre el sistema digestivo y el cerebro.
En tu estómago se reflejan las emociones y tus reacciones a los acontecimientos nuevos de tu vida.
Si tenés molestias o problemas para digerir bien es porque no te permitís ver las novedades que han aparecido en tu presente con amor, hay un cierto rechazo a los cambios, a lo que es diferente y a lo nuevo. Es muy posible que juzgues lo que ves y que quieras que los demás cambien o que las circunstancias sean diferentes.
Te recomiendo hacer esta secuencia de posturas y poder conectar con la emoción que se manifiesta en tu organismo. Tal vez te surjan preguntas de cuándo comenzó esta molestia y logres ver que circunstancias te costó o te cuesta asimilar o aceptar.
Recuerda que los cambios son siempre desde y hacia uno mismo.